Este artículo tiene como objetivo proporcionar una visión profunda y coherente del modelo ARCS, explicando sus fundamentos y su relevancia para los responsables de Recursos Humanos. Este enfoque no solo abarca el desarrollo profesional, sino también el personal, subrayando la importancia de adquirir hábitos sólidos y diferenciando entre el éxito real y el éxito superficial.
El modelo ARCS de Alto Rendimiento, Consciente y Sostenible es un enfoque integral que abarca cualquier intervención de desarrollo profesional que pueda realizar la organización. Este modelo se presenta como una estructura organizada y progresiva que facilita el avance hacia una cultura de ARCS. A través de un enfoque metódico, se implementan de manera gradual acciones y procesos que promueven la competencia y el desarrollo del potencial de los miembros de la organización.
Cada intervención en el desarrollo profesional está diseñada para fortalecer las habilidades y competencias del personal, alineándolas con los objetivos estratégicos del negocio. Este enfoque no solo se centra en el desempeño individual, sino que también fomenta un entorno consciente y psicológicamente seguro, en el que la sostenibilidad y el bienestar de los empleados son pilares fundamentales.
El proceso de implementación de este modelo se caracteriza por ser secuencial y sistemático. En cada etapa, se identifican áreas clave para el desarrollo y se introducen medidas específicas que ayudan a mejorar continuamente las capacidades de los empleados. Con el tiempo, estas acciones contribuyen a crear una cultura organizacional donde el rendimiento sostenible es la norma.
Al seguir este modelo, la organización se asegura de que sus empleados no solo sean cada día más competentes, sino que también estén motivados y comprometidos con su crecimiento profesional. Este desarrollo constante y consciente permite a los individuos alcanzar su máximo potencial, lo que se traduce en la consecución efectiva de los resultados del negocio.
En última instancia, el modelo de ARCS, no solo impulsa el éxito empresarial, sino que también promueve un ambiente de trabajo saludable y próspero para todos sus integrantes.
El ARCS se estructura en cuatro niveles interconectados, utilizando la metáfora de un árbol para ilustrar sus componentes:
El modelo ARCS está detallado en una serie de 4 libros: “Los 9 hábitos del Alto Rendimiento Consciente y Sostenible”.
Las raíces son la parte del árbol que no se ve, pero son vitales para que el árbol esté bien alimentado, sea sólido y aguante todas las tormentas. En la persona, las raíces equivalen al Bienestar. Son el resultado del equilibrio físico, mental y emocional.
Este nivel se enfoca en tres hábitos cruciales:
El tronco simboliza el Autoliderazgo y la relación con uno mismo, esencial para el crecimiento personal y profesional.
Aquí se desarrollan tres hábitos:
La copa formada por las diferentes ramas contiene los frutos del árbol. En la persona, la copa simboliza las diferentes relaciones que establecemos con los demás y se materializa en el Liderazgo.
Se abordan tres hábitos clave:
El Despertar de la Consciencia envuelve y potencia todos los niveles anteriores, proporcionando la serenidad y la creatividad necesarias para un alto rendimiento sostenible.
Para que el Bienestar, el Autoliderazgo y el Liderazgo no se trabajen con tensión, impaciencia y excesiva exigencia, he incorporado en el libro 4 el concepto de «El Despertar de la Consciencia», que significa aprender a «hacer» desde el sosiego, la calma y la serenidad.
Por tanto, los nueve hábitos proporcionan un proceso progresivo, ordenado e integrado para el desarrollo de la efectividad personal y profesional.
Para obtener resultados significativos en el negocio, previniendo el burnout, la rotación de profesionales, las bajas laborales y la desmotivación se necesita algo más que buenas intenciones; se requiere un compromiso sólido por parte de la alta dirección. Este compromiso debe estar alineado con el propósito y la visión de la organización.
Los resultados que se obtienen en el desarrollo humano al incorporar los hábitos del ARCS son:
La interdependencia de estos niveles asegura que el trabajo en uno de ellos beneficie a los otros, creando un desarrollo integral y sostenible.
La incorporación de los hábitos nos mueve desde las bases del Bienestar formadas por el equilibrio físico, mental y emocional, pasando por la eficiencia del Autoliderazgo y la relación con uno mismo, para llegar a la sinergia del Liderazgo y la relación con los demás.
La incorporación de los hábitos del ARCS sigue una secuencia lógica que va del Bienestar al Autoliderazgo y, finalmente, al Liderazgo. No se puede invertir este proceso, ya que cada nivel se construye sobre el anterior. Esta secuencia asegura un desarrollo más efectivo y sostenible.
Muchos líderes empresariales carecen de una buena gestión individual o Autoliderazgo, lo que afecta negativamente su capacidad para liderar a otros. Asimismo, aquellos que no cuidan su Bienestar personal también enfrentarán desafíos en el liderazgo a largo plazo. Por lo tanto, los nueve hábitos del ARCS proporcionan un proceso progresivo, ordenado e integrado para el desarrollo personal y profesional.
El modelo ARCS guía a las personas desde la dependencia a la interdependencia. La interdependencia es esencial para colaborar, co-crear y cooperar efectivamente con los demás, sin depender de ellos. Esto es crucial para los líderes, ya que la capacidad de trabajar en sinergia con otros potencia los resultados colectivos.
La progresión de la dependencia a la interdependencia está directamente relacionada con la implementación de los hábitos del ARCS, comenzando con el Bienestar, avanzando al Autoliderazgo y culminando en el Liderazgo.
Los hábitos tienen un poder extraordinario porque nos conducen de forma inconsciente a la acción. Aristóteles afirmó: «Somos lo que hacemos día tras día. La excelencia no es un acto, sino un hábito». Dominar nuestros hábitos es crucial para dominar nuestro destino.
El éxito de una intervención, como es una formación o un proceso de coaching, no se puede medir por el traspaso de conocimientos, sino por la implementación de hábitos. Los hábitos contribuyen a una cultura que fomenta un negocio estable con profesionales motivados, y que se sienten orgullosos de pertenecer a esa organización.
Para incorporar hábitos de manera efectiva, se puede aplicar la siguiente fórmula inspirada en el libro «Hábitos Atómicos» de James Clear:
Estas estrategias aseguran que los nuevos hábitos se integren de manera efectiva y sostenible, facilitando un cambio significativo en la vida de las personas.
En el Departamento de Recursos Humanos, es crucial distinguir entre el éxito real y el éxito superficial para lograr resultados conscientes y sostenibles. Esta distinción es clave para definir claramente nuestras aspiraciones, metas y deseos auténticos.
En el desarrollo organizacional, es común buscar soluciones rápidas y superficiales. Aunque inicialmente parezca que hemos avanzado, estos cambios no se construyen sobre cimientos sólidos y pueden ser solo una ilusión.
Es necesario apuntar a un éxito real, no uno basado en apariencias y atajos.
El éxito superficial en un departamento de Recursos Humanos se caracteriza por:
Estas técnicas generan desconfianza y confunden a los empleados, revelando eventualmente la cruda realidad.
Para desarrollar el éxito real debemos entender tres aspectos:
El modelo ARCS es una herramienta poderosa para los responsables de Recursos Humanos que buscan fomentar un desarrollo integral y sostenible en sus organizaciones. Al enfocarse en los nueve hábitos del ARCS y el Despertar de la Consciencia, se puede lograr un alto rendimiento consciente y sostenible, beneficiando tanto a los individuos como a la organización en su conjunto. Implementar estos hábitos requiere el compromiso de la alta dirección y la perseverancia del dpto. de Recursos Humanos, pero los resultados son invaluables.
Carme Salvador, Coach de directivos y equipos