A pesar de que hemos escuchado la palabra «innovación» en innumerables ocasiones, muchas compañías todavía enfrentan la realidad de que esta no tiene la relevancia dentro de la cultura organizacional necesaria para enfrentar los desafíos actuales y futuros.
En este contexto del desarrollo de equipos, es fundamental reconocer el papel esencial que desempeñan los departamentos de Recursos Humanos (RH) en la construcción de una cultura de innovación. Ellos son uno de los impulsores clave para fomentarla entre los equipos existentes y en la atracción de talento para respaldar esta cultura.
Y es que las cifras revelan una realidad innegable: muchas organizaciones consideran que la cultura de innovación dentro de sus compañías no es suficiente. Y no porque no se generen espacios para ello, sino porque no es estratégica, transversal y transformadora. Porque no se trata de una innovación sostenible.
La innovación sostenible es mucho más que una simple estrategia de generación de ideas; es un poderoso catalizador capaz de involucrar y movilizar a todos los niveles de una organización.
Se trata de una transformación a largo plazo que trasciende las tendencias momentáneas y se arraiga en la cultura de la compañía a través de la creación de espacios de mejora continua que involucra a todas las generaciones y áreas de la organización.
Este enfoque requiere:
Así, la innovación sostenible significa encontrar soluciones basadas en una visión común que todos sientan como propia, capaces de alimentar el propósito de la compañía y alineadas con el mismo objetivo.
Pero, ¿por dónde empezamos?
En el corazón de toda organización, residen las personas que la conforman. La verdadera innovación y la habilidad para co-crear propuestas de valor genuinamente diferenciadoras provienen del poder de las personas. No obstante, este potencial sólo puede realizarse si las personas que integran el equipo poseen una serie de atributos y condiciones esenciales:
¿Qué función cumple entonces el departamento de RRHH? En el contexto actual, ha surgido un enfoque hacia la aplicación de metodologías innovadoras en el ámbito de RRHH.
Sin embargo, al considerar estas metodologías y su relación con la Dirección de Personas, a menudo se las relaciona únicamente a acciones puntuales de experiencias de equipos, la elaboración de planes de formación o la gestión del talento.
Aquí se plantean cuestiones cruciales:
¿Cómo podemos esperar que los equipos se lancen a la innovación si no han desarrollado una mentalidad de cambio y transformación? ¿Cómo identificamos a los perfiles con las habilidades más adecuadas? ¿Cómo superamos las barreras que se presentan y trabajamos en ellas? ¿Cómo logramos involucrar plenamente a los equipos?
Cuando colaboramos dentro de las organizaciones, especialmente cuando buscamos estratégicamente co-crear procesos de transformación, el liderazgo del departamento de personas resulta esencial. Debe estar fuertemente vinculado al ámbito estratégico y presente desde el comienzo del proceso, para asegurar que las iniciativas realmente se materialicen. Dicho de otro modo, “que las cosas sucedan”
Esto implica que el departamento de talent se convierta en un auténtico motor de cambio dentro de la organización y que sean capaces de generar espacios de desarrollo e innovación non stop: porque la innovación sostenible no pasa por soluciones one shot, sino por algo continuado, iterativo, experiencial y con un impacto a largo plazo.
En este sentido, los líderes también tienen un papel fundamental en activar la innovación dentro de las compañías. Su compromiso con la visión compartida, su apertura a nuevas ideas y su capacidad para empoderar a los miembros del equipo son esenciales. Así, los líderes pueden fomentar la creatividad, reconocer las contribuciones individuales y establecer un ambiente en el que la innovación sea bienvenida y valorada.
¿Te gustaría activar una cultura de innovación dentro de tu compañía? Entonces, necesitas #developmentnonstop