En la actualidad, las empresas se enfrentan al gran reto de construir una cultura corporativa capaz de incluir y conectar con personas de distintas generaciones.
Con los millennials como actual fuerza laboral, las compañías han tenido que evolucionar para comprender y adaptarse a las diferentes formas de trabajo y necesidades de una generación que convive con otra muy distinta: la generación x. A esta ecuación se le suma el reto de la generación z: un segmento con sus propios ideales, formas de trabajar y expectativas.
Según una encuesta realizada por la consultora Deloitte, el 75% de los millennials creen que sus habilidades y experiencias podrían ser mejoradas al trabajar con los baby boomers y otros miembros más mayores de la fuerza laboral. Y ahí reside la magia: cada generación tiene sus propios potenciales, experiencias y capacidades que pueden nutrir al objetivo común de un equipo y retroalimentar a los demás miembros, sean de la generación que sean.
Para esto es importante que las compañías trabajen para lograr una cultura inclusiva y diversificada capaz de crear espacios de comunicación, conexión, intercambio y capacitación intergeneracionales. Y aquí entra el #developmentnonstop.
Los principales retos de los equipos multigeneracionales para las compañías
Sin duda la convivencia de diversas generaciones en un mismo equipo pone sobre la mesa unos retos que debemos tener en cuenta antes de ponernos a trabajar. Algunos de ellos son:
Comunicación: Las diferentes generaciones pueden tener maneras de comunicarse muy diferentes, por lo que es importante que las empresas se aseguren de que haya un canal de comunicación eficaz para todos los miembros del equipo. Por ejemplo, los millennials pueden preferir la comunicación a través de medios digitales, mientras que los baby boomers pueden optar por la comunicación cara a cara.
Diferencias en el trabajo: Cada generación puede tener diferentes expectativas en cuanto a su trabajo. Por ejemplo, los baby boomers pueden valorar la dedicación y el compromiso, mientras que los millennials apuestan por la flexibilidad y el equilibrio entre la vida laboral y personal.
Gestión del talento: Las diferentes generaciones pueden tener diferentes habilidades y necesidades de desarrollo. Las empresas deben ser capaces de identificar estas habilidades y necesidades y ofrecer programas de desarrollo adecuados para cada miembro del equipo.
Estilos de liderazgo: Las diferentes generaciones pueden tener diferentes expectativas en cuanto a su liderazgo y estilo de gestión. Las compañías deben trabajar en un modelo de liderazgo común capaz de conectar con todos los equipos de trabajo.
El development non stop como palanca de evolución de los equipos multigeneracionales
Para fomentar una cultura de colaboración y crecimiento, las empresas pueden crear espacios de intercambio y aprendizaje colaborativo que potencien la inteligencia colectiva y aprovechen los talentos internos de la organización.
Por eso, hoy queremos compartir contigo algunos ejemplos de experiencias que nos permitirán explorar el potencial de los equipos multigeneracionales:
Mentoring y reverse mentoring: esta práctica consiste en un programa por el cual se empareja a colaborador más experimentado con uno más junior para que éste último pueda aprender de las experiencias del primero. En el reverse mentoring, es el colaborador más joven el que transmite sus conocimientos y habilidades al más experimentado. Plantear el mentoring desde distintos flujos no solo fomenta el aprendizaje, sino que también ayuda a construir relaciones de confianza entre personas de diferentes generaciones y a identificar las oportunidades y roles dentro de los equipos.
Espacios de cocreación y roadmap hacia una cultura compartida: estas actividades permiten que el talento de diferentes generaciones colaboren en proyectos, compartan ideas y trabajen juntos para alcanzar un objetivo común. Los espacios de cocreación y los roadmaps hacia una cultura compartida fomentan la colaboración y la comprensión mutua, al tiempo que ayudan a las personas a sentirse valoradas y comprometidas con la empresa. Y cuando se desarrolla involucrando a los equipos desde una mirada multigeneracional, averiguamos que existen puntos de encuentro y que podemos llegar a un objetivo común y compartido por todas las generaciones.
Programas de formación y desarrollo: los programas de formación y desarrollo desde una mirada multigeneracional son una manera de fomentar el aprendizaje y el crecimiento dentro de la empresa. Al ofrecer oportunidades de capacitación a los colaboradores de diferentes generaciones, las empresas pueden asegurarse de que están proporcionando a su fuerza laboral las habilidades y conocimientos necesarios para mantenerse actualizados en su campo y cumplir con los objetivos de la empresa.
Programas de liderazgo: los modelos de liderazgo están cambiando y sin duda es imprescindible evolucionar hacia nuevos modelos que tengan un impacto multigeneracional. En este sentido, es importante apostar por generar espacios de desarrollo destinados a los cambios de modelo y estilo de liderazgo interno. Por un lado, dinámicas que invitaran a definir qué tipo de liderazgo es necesario en su compañía, para aterrizarlo en un plan de desarrollo de habilidades concreto. Por otro lado, programas destinados a desarrollar las habilidades del nuevo líder.
En resumen, la diversidad de generaciones dentro de las empresas puede ser una fuente de potencia y crecimiento, siempre y cuando se fomente una cultura inclusiva y se creen espacios de aprendizaje y colaboración. Las empresas deben esforzarse por comprender las diferencias entre las generaciones y trabajar hacia un objetivo común que beneficie a todos.
Si quieres saber cómo el #developmentnonstop puede ayudarte a potenciar la fuerza de los equipos multigeneracionales, ¡ponte en contacto!
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