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Humanizar el teletrabajo - Portada
Humanizar el teletrabajo

Lo que veníamos anunciado durante años es ahora una realidad. Nuestra forma de trabajar ha cambiado y estamos adoptando nuevos hábitos de forma acelerada. Durante la crisis sanitaria, hemos pasado de alrededor del 8% de empleados en España que utilizaban la opción del teletrabajo de manera permanente o esporádica a casi el 50% de las plantillas (datos INE Julio 2020).

Son datos aún más evidentes que un tercio de las empresas ya declaran que continuarán ofreciendo la opción del teletrabajo de una forma o de otra. Y, según una encuesta de EADA, una gran mayoría de empleados, en torno al 80%, piensan que las empresas deberían implementar el teletrabajo en un futuro cercano.

El teletrabajo representa solo la punta del iceberg: es el inicio de un cambio estructural en las formas de trabajar que nos presenta múltiples oportunidades y también retos importantes para las empresas.

El reto tecnológico y la aceleración de la digitalización también en los espacios de trabajo es clave para las empresas. Como toda transformación, hay que abordarla desde la parte ‘hard’, pero también es imprescindible la parte ‘soft’. Tener muy presente cómo las personas que forman nuestras organizaciones van a vivir estos cambios va a marcar la diferencia.

Por ejemplo, se habla ya de nuevas fórmulas de trabajo más flexibles, con equipos distribuidos en diferentes espacios, combinando trabajo en remoto y presencial. Todo esto requiere agilidad y nuevas formas de conectar e interactuar.

En cuanto a las oficinas, mirando más allá del puro espacio físico, además de ser más tecnológicas y con espacios más flexibles, deberán dotarse de contenidos que ayuden a explicar el propósito empresarial y a desarrollar la cultura y el liderazgo. Nuestros espacios de trabajo, sean virtuales o presenciales, deben estar diseñados para favorecer las relaciones interpersonales, fomentar la colaboración y también el espíritu de pertenencia.

La COVID-19 y el periodo de confinamiento han destapado carencias que ya existían en nuestras organizaciones, ¡tomémoslo como una oportunidad de desarrollo! Ahora nos toca trabajar para que estas oportunidades se materialicen en cambios efectivos y positivos en el engagement y en la productividad.

Humanizar el teletrabajo - Notas

Humanizar el teletrabajo y desarrollar la agilidad, claves del éxito

Para abordar estos cambios de forma efectiva nos hacen falta dos cosas; solo dos, parece simple 🙂 . La primera es que las personas estén motivadas y comprometidas con este cambio. Y la segunda, que como organización seamos suficientemente ágiles para adaptarnos con éxito, pivotando y ajustando cuando hace falta.

Conseguir esto no es fácil, pero estoy convencida que una gran parte la tenemos ganada si conseguimos:

  1. Implicar de forma efectiva a las personas en el cambio.
  2. Dotar a los equipos de suficiente autonomía en sus roles, permitiendo la toma de decisiones descentralizada y ágil.

Para ello, son imprescindibles una cultura y un liderazgo basados en la confianza. El símil de un niño que aprende a caminar me encanta para explicar el cambio y la transformación: al niño le hace falta aprender la técnica y desarrollar sus piernecitas y músculos. Pero, sobre todo, le hace falta la confianza de saber que sus padres estarán allí para recogerlo cuando se caiga y animarlo a seguir intentándolo.

Otro elemento importante es poner a disposición de las personas la formación y el desarrollo que puedan necesitar para cambiar las formas de trabajar, así como superar el reto tecnológico en un contexto de alta incertidumbre.

Otra vez, no solo desde la parte ‘hard’ o más técnica, sino también desde las ‘soft skills’. El desarrollo personal y del liderazgo es imprescindible para gestionar nuestra productividad y las relaciones en el trabajo, sea remoto o no.

En resumen: poner a disposición de los equipos recursos efectivos para su desarrollo y aprendizaje; lo que necesitan en el momento que lo necesitan. Online, presencial o blended: vamos hacia modelos ágiles también en el desarrollo organizacional.

Para que todo esto ocurra, se impone un liderazgo inspirador que facilite y empodere a las personas hacia un propósito y valores compartidos. Se habla del ‘fin del management’ como lo teníamos concebido hasta hoy. Pero esto nos dará para otro artículo, ¡seguimos!

Silvia Fradera

Fundadora de Ready for People

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