Hay veces en las que nos sentimos altamente desmotivados en nuestro trabajo o, simplemente, somos conscientes de que necesitamos un cambio, ya sea en algunos aspectos de nuestro trabajo o signifique un completo viraje de rumbo en nuestra carrera profesional. Para una mayor productividad y felicidad tanto en lo personal como profesional, el ikigai debería ser tu guía a la hora de elegir o reorientar tu profesión. ¿Te gustaría saber cómo puedes encontrar el tuyo? Te lo contamos a continuación.
Ikigai es un concepto originario de Japón (生き甲斐, pronunciado ikiɡai), que se compone de dos vocablos: iki (生き), que se refiere a la vida, y kai (甲斐), «la realización de lo que uno espera y desea».
Este término determina cuál es tu propósito en la vida, lo que realmente te motiva. Es una mezcla entre lo que te apasiona y lo que se te da bien: tu razón de ser.
Dentro de ti hay una pasión, un talento único que da sentido a tu vida y te empuja a dar lo mejor de ti mismo día a día. Como dice Viktor Frankl, «si no lo has encontrado aún, tu próxima misión sera encontrarlo».
Descubrir tu ikigai requiere un ejercicio intenso de introspección y análisis. Tienes que reflexionar bien sobre ello, tomando el tiempo que sea necesario hasta lograr dar con lo que te provoca satisfacción y da sentido a tu vida.
Si vemos el diagrama, varios círculos se solapan unos a otros poniéndonos diferentes cuestiones que tenemos que responder:
En el centro, en la intersección de todos esos círculos, es donde se encuentra nuestro ikigai: aquello que nos motivará a levantarnos de la cama todos los días y dará sentido a nuestras vidas. Como consecuencia, vamos a ser más felices y, probablemente, más longevos.
En esta remota isla de Japón se encuentran las personas más longevas del planeta. Parece ser que su secreto es tener un ikigai muy definido, ya que todos ellos tienen un propósito por el que disfrutar de cada momento y actividad que emprendan en su vida. Tienen un alto nivel de energía y una gran motivación para realizar todo lo que se proponen.
Llama la atención su actitud, su alegría y su sentido de pertenencia a la comunidad. Viven por y para los demás, colaboran y ayudan a sus grupos sociales o moai (redes de apoyo). Los okinawenses no entienden el concepto de jubilación o retiro porque allí se mantienen activos durante toda su vida. Saben que están dotados para algo, y no diferencian entre su pasión y su ocupación porque estas responden a su talento.
Lo ideal sería poder trasladar el estilo de vida de Okinawa a nuestra vida occidental. Sabemos que la ocupación que tenemos pocas veces tiene que ver con nuestro ikigai, por eso muchas veces trabajamos como autómatas y de forma rutinaria.
Si eres jefe de equipo, debes potenciar el ikigai en tus empleados procurando que sus funciones sean acordes con sus habilidades y sus intereses. De esa forma aumentará la satisfacción y aumentará la productividad. Cada vez hay más organizaciones tienen estos factores en cuenta; por eso ya buscan medir la felicidad de sus empleados. Está comprobado que mejora el compromiso con la empresa, la cohesión, el trabajo en equipo, la empatía y el buen humor.
Como dice David Tomás, fundador de Cyberclick: «he renunciado a varios proyectos para hacer felices a mis empleados». Cyberclick Group está considerada la mejor empresa para trabajar en España y ganó el prestigioso galardón Best Workplace España en 2014. Esta compañía valora la actitud personal y los valores del trabajador por encima del currículum.
Los estudios dicen que los trabajadores con propósito permanecen el doble de tiempo en sus tareas, lo hacen con energía y compromiso, además de sentirse vinculados a la empresa donde trabajan. Cuando se agrega valor a las personas, el negocio se vuelve productivo y económicamente alcanza el éxito.
1) Comunicación bidireccional: ser transparente e informar sobre lo que estamos haciendo es importante para que los miembros del equipo sientan que forman parte de un proyecto común. En la otra dirección se deben escuchar las opiniones, fomentar la participación y aceptar las propuestas que van surgiendo.
2) Definir objetivos comunes: SMART y coherentes con el día a día.
3) Compartir los logros y realizar actividades fuera del espacio de trabajo para fomentar valores de team building: ayudar a que mejoren su confianza y el sentido de pertenencia al grupo de trabajo.
4) Interactuar con los miembros de tu equipo: con empatía y optimismo vas a contribuir a generar buen ambiente. Conocerás mejor al equipo, con sus fortalezas y debilidades, así como sus motivaciones.
5) Crear buen ambiente, tener buena actitud y predisposición para generar un buen clima en la oficina es fundamental: motivar y reconocer el trabajo de tus compañeros les dará confianza y motivación al desarrollar sus tareas.
En conclusión, podemos determinar que averiguar nuestro ikigai va mejorar considerablemente nuestra calidad de vida. Respecto a la propia organización, facilitar que los miembros de tu equipo lo puedan encontrar, va a mejorar el rendimiento global y van a ganar en eficacia y productividad.